La autora profundiza en las características de la empresa actual, en las nuevas formas de pensar al ser humano, y las relaciones interpersonales dentro de una cultura empresarial.
LEARNING REVIEW entrevistó a María Sanz Gómez, quién investiga sobre el mundo psicológico de los seres humanos desde hace más de 18 años. En su obra "Empresa inteligente y relaciones humanas", Sánz Gómez se enfoca en el rol de la persona en la cultura empresarial, las nuevas tendencias que se identifican, la globalización, y la Empresa Inteligente.
Learning Review: En su libro profundiza en la situación de las relaciones humanas en la empresa actual, ¿qué conclusiones principales se desprenden de investigar dicha situación?
María Sánz Gómez: Carl Rogers dice "La principal barrera en la comunicación interpersonal mutua, es nuestra tendencia a evaluar, juzgar, aprobar o desaprobar lo que dicen la otra persona o el otro grupo".
Las conclusiones están basadas en hechos, no en ideas, ni en lo que nos gustaría llegar a ser, sino en lo que somos, sin evaluar si estos resultados son buenos o malos; en realidad no son, ni buenos ni malos, son lo que son.
Por un lado, tenemos dificultades para mantener relaciones interpersonales saludables, es decir, sin apegos, y por otro, un gran desconocimiento de lo que es, psicológicamente hablando, "un ser humano".
Todo esto conlleva, tanto en el mundo empresarial como en el personal:
- Una gran carencia de empatía, sensibilidad o afecto.
- Negligencias importantes a la hora de escuchar, es decir, de prestar atención a nuestros colaboradores y entorno.
- Dependencias, derivadas de una inadecuada gestión de nuestras emociones, siendo las más destacables, el miedo (miedo al rechazo, miedo a que no nos aprueben, etc.) y la envidia, centro de la mente, parece que no somos capaces de pensar sin comparar; la comparación y las calificaciones, generan sufrimiento, división y conflicto.
- Llevamos cada cual nuestra máscara, y actuamos según las circunstancias, o dependiendo de ellas, por lo que somos seres reactivos, mucho más que proactivos.
LR: Con respecto a la visión del ser humano como un ser integral, y su relación en la empresa, ¿su inserción en la empresa tradicional resulta fácil, o es necesario el marco de una empresa innovadora e inteligente que acompañe el desempeño del ser integral?
MSG: La empresa tradicional no creo que se haya planteado aún esta cuestión, por lo que no es posible hacer nada hasta que realmente vea la necesidad y la rentabilidad de comprender que el ser humano es integral.
Las empresas que van intuyendo o comprendiendo el verdadero sentido del ser humano y la influencia de sus actitudes y comportamientos en la marcha de la empresa, pueden efectivamente ser empresas inteligentes.
No obstante, el cambio no estriba en hacer una declaración de buenas intenciones con normas y valores diferentes, ni con cambios de programas, ni sustituyendo o cambiando unos hábitos por otros, sino que requiere la transformación del ser humano, (prefiero llamarle transformación, porque la palabra cambio está mal usada y estamos llamando cambio a lo que no es más que sustituir unas cosas por otras), realizada de una forma seria y comenzando por la dirección para dar ejemplo y continuando con todo el personal.
Las empresas inteligentes
LR: ¿Qué hace de una empresa una Empresa Inteligente?
MSG: Una empresa inteligente o que decide serlo se va a caracterizar por:
- Diseñar y ejecutar un modelo de estrategia emergente, con una visión y misión sensibles para captar los cambios y la forma en que afectan a la empresa, desarrollando y utilizando nuestras capacidades humanas fundamentales.
- La empresa inteligente crea continuamente su futuro; sabe que el aprendizaje es una actividad continua y creativa de sus componentes humanos, y se transforma continuamente como respuesta a las necesidades de los individuos que la componen y también las de las empresas, organizaciones e individuos con las que se relaciona.
- La empresa experimenta un cambio cualitativo:
- Comportamientos adultos: Utilizamos nuestras habilidades para pensar creativamente, para comunicar ideas y conceptos con eficacia, y para cooperar en la indagación y en la acción.
- Actitudes y conductas completamente modificadas:
- Gestión de nuestros modelos mentales, sometiéndolos a una buena investigación. Requiere la práctica de la conversación que equilibra la indagación de las posiciones de los demás y la defensa de las nuestras, es decir exponer nuestro pensamiento y estar abierto al de los demás.
- Calidad de mente, para ver y comprender la totalidad de un hecho, no sólo la parte, de forma que una actuación en una parte, afecta al sistema en su conjunto.
- Auto respeto y respeto a los demás.
- Responsabilidad y compromiso.
- No hay dependencias, y si aún quedan, son capaces de reconocerlas y actuar en consecuencia.
- Conductas honestas y asertivas.
- Se afrontan los problemas, no se enfrentan, buscando soluciones, no culpables.
- Las críticas no se perciben como ataques, sino como diferencias, quienes las exponen no son vistos como enemigos, sino como colaboradores.
- Conocimiento y comprensión contribuyen a añadir valor a la empresa.
- La empresa inteligente a medida que avanza produce una identificación progresiva del nexo social, es decir, refuerza los vínculos que les unen.
- Ser capaces de clarificar y profundizar en nuestra visión personal, para ver relaciones más que recursos aislados y pautas o estructura más que acontecimientos aislados.
- Capacidad de liderazgo para construir una visión compartida por toda la empresa, armonizando las visiones personales, no por medio del mando, sino por convencimiento.
- Aprendizaje en equipo, sin aplastar al individuo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario